Hemos sido nominados como finalistas de los premios Fotocasa Pro 2022 en la categoria de la Mejor Responsabilidad Social Corporativa.
Porque hay algo en lo que hacemos que me sigue enganchando. El cambio, las ilusiones, los nuevos proyectos. Nos dedicamos a hacerlos posible. Puede que por eso lleve más de 25 años en el sector inmobiliario. Es lo que soy y me encanta.
Pero aunque dicen que el amor es ciego, intento mirar más allá de mi pasión por este trabajo.
Cada espacio que llega a nuestras oficinas tiene una historia. Algunas están llenas de felicidad, de sueños y nuevas alegrías. La gran mayoría. Pero otras son fruto de proyectos truncados, de situaciones desafortunadas, de malas decisiones.
Desgraciadamente, dedicarse a la gestión inmobiliaria es también lidiar con embargos, con subidas y bajadas que a veces llegan en el peor momento, con conflictos que no siempre acaban bien. Si realmente nos gusta lo que hacemos, no podemos dar la espalda a estas realidades. Pero sí que podemos aportar, hacer que cada operación tenga un impacto positivo. Y esto es lo que intentamos desde que abrimos las puertas de GDH Properties. Cada año colaboramos con varias causas aportando parte de nuestros honorarios a diferentes fundaciones.
Pocas cosas se igualan en esta vida al placer de llegar a casa después de un día largo. Ese espacio sagrado que te recibe con los brazos abiertos y te invita a descansar, sin juzgarte. Hogar, dulce hogar.
Pero la vida a veces se complica, y mucho. Y aunque todos tenemos derecho a un techo digno, cada vez más personas se ven arrolladas por situaciones desesperadas que les llevan a vivir en la calle.
Demasiadas.
Desde GDH Properties sentimos la necesidad de implicarnos en este drama social que nos toca especialmente de cerca. A nosotros y a todos los que nos dedicamos a la gestión de la vivienda en una ciudad especialmente golpeada por el sinhogarismo.
Cuando conocimos la Fundació Arrels y su labor de atención y orientación a las personas sin techo que viven en las calles de Barcelona, supimos que esta era nuestra oportunidad de promover un cambio significativo con nuestro trabajo.
Y de esta colaboración nace en 2022 el proyecto 2×1 en hogares. Una iniciativa que nos permite crear noches de alojamiento para las personas que más las necesitan y favorecer el seguimiento social con cada operación que cerramos.
Saozinha cocina fideos en su cocina casi vacía, sin tiempo para salir a la calle para posar para la foto. Ella no es de quedar bien. Ella, simplemente, es.
Y bastante es poder ser en un país donde las mujeres solo cuentan para las estadísticas negativas. Detrás de esta imagen hay una historia, la suya. De supervivencia, de esperar poco y sufrir mucho.
El proyecto Dona a Dona (Mujer a Mujer) nació de la solidaridad de muchos de los asistentes a la Gala Benéfica de la Fundación Iván Mañero. Una aportación ha mejorado las condiciones de vida de Saozinha y de su familia, y de 12 mujeres más.
Cuenta ella que este ha sido su primer regalo desde que tiene uso de razón. Ni sabe lo que es la Navidad, ni una fiesta. Hasta que por esas fechas en 2017, le llegó la primera donación mensual de GHD Properties a través de la Fundación.
Desde entonces, colaboramos cada mes para ayudar a mujeres como Saozinha en Guinea Bissau. Aunque la suya es una sociedad matriarcal y la mujer el pilar de la economía familiar, es ciudadana de tercera.
Esta es la realidad de la mujer en su país. Un tercio será entregado en matrimonios infantiles, la mitad pasará por la terrible agresión de la mutilación genital femenina y cerca del 80% recibirá maltratos físicos.
Son datos fríos que encienden. Y son de ahí y de ahora.
Saozinha respira algo más tranquila desde hace unas semanas. Gestiona su pequeño patrimonio económico sin dar explicaciones a nadie y con un único objeto: su familia y ella misma. Un soplo de libertad en un día a día de encierro.
Nos sentimos muy orgullosos de poder colaborar cada año con grandes iniciativas solidarias de la mano de fundaciones reconocidas en todo el país. Pero seguimos convencidos de que los grandes cambios a menudo vienen impulsados por pequeños gestos.
Esta es la filosofía que despertó nuestras ganas de participar como empresa en pequeños proyectos que necesitaban un empujón para salir adelante. Y así fue como nos convertimos en patrocinadores de un joven equipo de fútbol.
¿Qué mejor manera de apoyar los valores de esfuerzo, superación y respeto que marcan nuestra filosofía?
Nos sorprendimos implicados cada vez más en las actividades impulsadas por el club, apoyando las iniciativas de integración que se celebran cada año para promover las enseñanzas del deporte entre los más jóvenes de la zona.
Todavía se nos dibuja una sonrisa en la cara cuando nos cruzamos por casualidad con un jugador que luce, sin saberlo, nuestro logo en su camiseta.
De esta manera nos involucramos en acciones solidarias que cruzan continentes, sin olvidarnos del impacto que podemos causar como empresa en instituciones más pequeñas y cercanas a nuestro entorno que también lo necesitan.